conducta habitual
Tuesday, 10. August 2010 7:18 | Author:admin
Tanto la planificación como la toma de decisiones, están entretejidas de manera tal que, si es tomada la decisión antes, ésta modifica las estructuras de la planificación, mientras que si se va construyendo el plan, ese curso de acción puede alterar las decisiones. En general, las personas mezclamos decisiones y planificaciones a tenor de la disponibilidad y accesibilidad que tengamos. En ocasiones, el tiempo disponible es tan pequeño, en que se toma una decisión y luego se planifica, modificando aquellos cabos sueltos de nuestra primera impresión al respecto. Una planificación muy larga, duradera y costosa, tampoco resultaría útil, porque los resultados de ella obtenidos podrían demorar demasiado una decisión vital.
Los estudiosos de la resolución de problemas (D’Zurilla, 1986; Newell, Shaw y Simon, 1957, 1963; Johnson-Laird, 1989; Holland y otros, 1986; A.C. Filley, 1985; Likert y Likert, 1.986; por citar a algunos) introducen la variable definición del problema como fundamental para el curso de acción subsiguiente. Para nosotros, la reformulación sería la definición del propósito, el adónde queremos llegar. Sin propósito, todo diseño planificador cae en el vacío. Así pues, la percepción del propósito que tenga el sujeto, la atribución causal que haga éste sobre aquel, la valoración subjetiva, el control que se tenga sobre los mediadores propositivos y la disponibilidad/accesibilidad a tales mediadores, albergan la definición operativa del propósito; no ya como un deseo o una intención, sino como acto funcionalmente dirigido que optimiza los recursos empleados; con una meta o fin, estructurada, definida, satisfactoriamente establecida y que se atribuye su accesibilidad, vistos los recursos disponibles.
Category:pedagogía | Comment (0)